El tiempo de Denver no tiene nada de típico, y cada año que pasa parece superar las expectativas en cuanto a sequía, calor y otras manifestaciones del cambio climático.
Ahora, más que nunca, es el momento de planificar, prepararnos y desempeñar nuestro papel para profundizar nuestra conexión con el poder regenerador de la tierra. Esta también es la temporada para que nos centremos en nuestras RAÍCES.
R:
Recuerde
la pasada temporada de cultivo:
- Hacer un sencillo mapa del jardín en el que se indique lo que se ha plantado, su ubicación en el jardín y las plantas que lo acompañan (flores, hierbas aromáticas).
- Tenga en cuenta los problemas del huerto (calor, insectos, enfermedades, sequía).
- ¿Se utilizaba el jardín de primavera a otoño?
O:
Organizar
y limpia las herramientas de jardín, afila los bordes de podadoras, palas y azadas de jardín, elimina el óxido y engrasa los mangos de madera.
O:
Encargue
semillas frescas si es necesario.
Normalmente, si se almacenan en un lugar fresco y seco, la mayoría de las semillas de hortalizas (excepto las de lechuga, cebollas verdes, cebollas de bulbo y puerros, que pierden viabilidad al cabo de varios años) pueden plantarse con éxito para la próxima temporada. Pida catálogos de semillas en diciembre para ampliar su campo de sueños. Algunas de sus selecciones favoritas son:
- Semillas seleccionadas de Johnny
- Semillas autóctonas de Baker Creek
- Empresa Territorial de Semillas
- Fabulosos tomates
T:
Tesoro
los regalos que trae cada estación.
Continúa:
- Cuida el suelo amontonando más hojas o paja sobre las zonas de cultivo, para favorecer el aumento de la materia orgánica a medida que se descomponen durante el invierno.
- Riegue los ajos plantados en otoño una vez al mes si no están cubiertos por la nieve.
- Riega a fondo esos árboles y plantas perennes tan preciados
S: Comparta
con vecinos, amigos y otras personas de su comunidad los conocimientos que va adquiriendo sobre el huerto y los productos que ha conservado.
Sobre todo, sepan que a medida que seguimos cultivando nuestras zonas de crecimiento, también nos nutrimos de un sentido de propósito y lugar.